Soy una mala feminista.
¿Soy una mala feminista?
El feminismo nació para conseguir la igualdad de derechos y libertades, civiles y políticos entre hombres y mujeres.
El termino feminista viene del frances feminism, que se utilizaba para burlarse del hombre que apoyaba el movimiento de las mujeres para conseguir la igualdad de derechos y libertades antes descritos.
El feminismo en el que yo creo:
Apoya la No utilización sexista del cuerpo de la mujer y el hombre y sus atributos relegándoles a un mero objeto.
Defiende a los derechos fundamentales de mujeres y hombres incluso si no creen en él y lo desvalorizaran.
No prevalecen los derechos de las mujeres cis o no cis por encima de los del hombre cis o no cis. Por lo tanto si al hombre se le exigen pruebas para acusar a alguien de un delito sea cual sea este a la mujer no le puede servir solo con sus palabra.
Que las denuncias de malos tratos de una mujer acabe con el hombre en el calabozo como método de prevención me parece mas que correcto, aunque esto signifique saltarnos la presunción de inocencia a la torera. Pero si este hombre no es acusado o la causa no llega a juicio oral es inmoral e ilegal e inconstitucional señalarle como maltratador incluso por la supuesta victima que deja de serlo una vez no se reconoce el delito.
El feminismo en el que yo creo hace a la mujer y al hombre libres de elección civil y político. Por lo tanto no se puede responsabilizar al estado ni gobiernos de la misma en el ámbito profesional ni personal.
La mujer hoy por hoy es libre para tomar sus propias decisiones en cualquiera de los ámbitos reglados a la ley en lo personal y profesional en España (por desgracia no pasa lo mismo en otros países), y ni el feminismo ni el gobierno ni los políticos y sociedad son quien para enjuiciarla ni denigrarla por la toma estas.
La mujer es dueña de su cuerpo y en su libertad es quien debe decidir de su uso para el único y exclusivo beneficio de ella misma.
Tanto hombres como mujeres cis o no cis, son presos de un sistema educativo patriarcal que les obliga a reproducir roles basados en intereses culturales, económicos que nada tienen que ver con la biología.
En momentos como el de hoy en día es importante recalcar que el feminismo en el que yo creo debe ir mas allá del género pues en la diversidad el género deja de existir para que prevalezca la persona.
Romper los estereotipos de todo tipo incluso los establecidos por el feminismo no es nada fácil. Pues creer en la persona, defender a las personas por encima de lo que tengan entre las piernas es desmontar al machismo y al hembrismo en su esencia. Ambas ideologías si es que se puede llamar así creadas para la denigración del genero en si.
Mi feminismo no contribuye a crear feministas de primera o de segunda según su defensa, contribuye a la igualdad y solidaridad de hombres y mujeres sin tener en cuenta el cuerpo con el que nacieron.
Mi feminismo cree en la reinserción del maltratador incluso de que un maltratador puede cambiar y dejar de serlo en cualquier momento pues las relaciones son complejas y depende de diversos factores externos e internos para que se convierta en alto toxico y destructivo unilateralmente. Pues de ser bidireccional ya no es terrorismo machista ni maltrato es tan solo una relación toxica en algunos casos violenta.
Frivolizar con la figura del maltratador haciendo ver que un hombre que simplemente no recoge la mesa lo es me parece una irresponsabilidad, eso en el caso de ser algo es ser un vago, machista o incluso un guarro, pero no se es maltratdor por creer que las mujeres tienen un rol y el hombre otro, se es una victima del machismo tanto el que no recoge la mesa como la mujer que la recoge en pro de la figura masculina. Pero esto no es ni tan siquiera criticable por las feministas como yo. Ya que yo no estoy aquí para recriminar lo que hace, siempre y cuando sea desde su libre elección.
La base de mi feminismo es dejar ser a la mujer quien quiera ser.
Libertad diversidad igualdad
Y cuándo simplemente no quieres ?
Me desperté junto a él. No me podía creer que aquello hubiera vuelto a pasar. Si teníamos claro que lo nuestro no iba a ninguna parte. Me sentí defraudada conmigo misma por haber dejado que sucediera. Salí de la cama aún desnuda y algo mareada por las pocas copas que había tomado hacia solo unas horas. Al sentarme en el retrete y secar mi sexo, una pequeña mancha de sangre en el papel llamó mi atención. Cosa que me pareció, rara ya que aun quedaban píldoras en el blister. Al terminar de ducharme me vestí sin hacer ruido y salí de allí a hurtadillas. Respiré hondo al sentir la brisa fresca de la mañana en mi cara.
Vi su nombre en la pantalla del móvil. Para mi todo aquello había sido un error, no quería ni escucharle. Simplemente no quería volver a una relación con alguien a quien ya no amaba, por mejor que fuera el sexo entre nosotros.
Quedé para desayunar como todas las semanas con mi amiga Maria. Pedimos lo de siempre, ella pitufo con mantequilla y un café con leche yo un te y pitufo de cinta de lomo con mayonesa. Cuando el camarero lo trajo, no pude ni probarlo, sentí ganas de vomitar con tan solo oler la grasa que despedía aquel bocadillo.
-Sino fuera porque ya no estas con Rafa pensaría que estas embarazada.
- Eso es imposible, me tomo la píldora- Dije mientras pensaba en los pocos días que habían pasado desde nuestro último encuentro.
-Cualquier método puede fallar.
-No digas eso ni en broma- Dije apartando el plato que contenía el bocadillo.
Llegué a casa después del trabajo, me sentía mas cansada de lo habitual, y mis pechos me dolían, pero aun faltaban varias semanas para mi regla. Al mirar mis bragas mientras me desnudaba para meterme en la ducha, volví a ver sangre en ellas. Aquello hizo que se me encogiera el corazón y me costara respirar.
Fui a la farmacia a por una prueba de embarazo que dio negativa. sentía mi cuerpo diferente. Solo podía pensar mientras compraba el test, que era imposible que estuviera embarazada. No había pasado nada anormal aquella noche, ni siquiera se corrió dentro.
Habían pasado casi diez días y yo seguía sangrando, decidí pedir cita para mi medico de cabecera, mi hermana vino conmigo. Ella se quedó esperando fuera de la consulta.
- Habrá que hacer una prueba de embarazo para descartar.
- Para qué, es imposible, tomo la píldora.
-Veo en su historial que tomó antibióticos durante varios días, y eso hace que no sea tan efectiva, pero es solo por protocolo. para descartar.
-Esta bien.
Me dieron un bote, me fui al baño con la seguridad de que no estaba embarazada. Al salir del baño le di el bote a la enfermera y me quede en la sala esperando junto a mi hermana. El silencio entre nosotras era incomodo. Pero su mano agarraba la mía.
-Yolanda, pase por favor-Dijo la enfermera desde la puerta de la consulta.
- Siéntese.- Dijo el medico señalando el asiento frente a él.
-Estas embarazada.
-Eso no puede ser.
-El test no miente. Estas embarazada.
-No quiero, dígame que debo hacer por favor, no quiero.
- Sino quieres y no te sientes capacitada podemos decir que es por motivos sicológicos.
-No es por motivos sicológicos, es que no quiero, no estoy enferma solo es que no quiero.
- En este país no existe el no quiero. Es ilegal. Decimos que es por motivos sicológicos.
-Cuánto tardaran en llamarme.
-Un par de semanas.
-No puedo esperar tanto, no quiero que crezca dentro de mi.
-Yo te lo tramito.
Salí de la consulta temblando, llorando, mi hermana me preguntaba que había pasado, si estaba enferma, que me habían dicho, yo no podía responder, solo podía llorar. Fuimos a casa de mi madre, lo conté como pude.
-Nena pero eso es una buena noticia, me vas hacer abuela.- Dijo con emoción
-No mama, no quiero, no quiero, por favor no me lo hagas mas difícil, no soporto la idea de que crezca dentro de mi.
- Hija, y si no tienes otra oportunidad, y si dios te castiga, hija eres joven. Lo mejor es quedarse a tu edad antes de los treinta.
- Mama, has pensado que yo no quiera otra oportunidad.
-Mama, la llamaran, quizás de aquí a que la llamen lo piense mejor.
Me sentía, tan incomprendida, tan aislada, que no sabia como explicarlo, no iba a cambiar de opinión, simplemente no quería reproducirme, no quería que creciera dentro de mi.
Salí de casa de mi madre, y llamé a mi amiga, se lo expliqué como pude, me dijo que en unas horas me mandaría el teléfono de la clínica donde se practicaban los abortos de la seguridad social, que no me preocupara, que nadie me podía obligar a seguir adelante.
El pitido del mensaje con el numero de teléfono me hizo respirar. Llamé directamente desde el móvil.
- Buenas tardes, clínica ginecológica.....
-Si veras no se como explicar esto, estoy embarazada y me dieron su numero para poder parar esto.
- Sabe que esto lo puede gestionar por la seguridad social .
-Si pero no quiero esperar, quiero hacerlo lo antes posible.
-De acuerdo entonces, puedo darle cita para la interrupción del embarazo el próximo Lunes dentro de tres días. Son 450€
-Ahí estaré gracias .
Llamé a Rafael.
-Hola cari, te he estado llamando, desaparecida.
-Rafael estoy embarazada, y no lo voy a tener, no se ni para que te llamo, pero creo que debes saberlo.
-Si ya has tomado tu decisión sin contar conmigo para que me dices nada. Lo has decidido tu sola, y yo también formo parte de esto.
-Perdona, tu, tu eres un puto cabrón, tu solo has tenido suerte de que tu puto espermatozoide se diera de bruces con mi ovulo, yo soy la que toma la decisión, porque es mi cuerpo, y sin mi cuerpo tu espermatozoide y mi ovulo no hacen una mierda.- Colgué.
María decidió pedir su día libre y acompañarme, ya que no contaba con el apoyo de mi familia. A la entrada de la clínica los pro-vida, como si una foto me fuera hacer cambiar de opinión, ya era una asesina para ellos, ya era una mala mujer para todos menos para María.
Rellené el cuestionario, pagué con mi tarjeta de crédito, y esperé junto a María en la sala.
-Yolanda, has venido en ayunas, ¿verdad?- Dijo la enfermera al acercarse a mi.
-Si claro.
-Pues acompáñame.
Me levanté del asiento, cruce la puerta, y me dio paz, sabia que hacia lo correcto. La enfermera fue en todo momento cariñosa y muy respetuosa. Me llevó hasta una habitación y me dio la ropa que debía ponerme. Allí sola, solo sentía paz, por fin estaba tranquila después de tantos días.
La enfermera, volvió a buscarme, me dijo que no me preocupara, que todo saldría bien. Me subí al potro me abrí de piernas, me cogieron la vía, noté gel frio en mi vientre.
-Casi vienes antes de quedarte embarazada.-Dijo en tono de humor el doctor, yo asentí.
-Ojalá todas os dierais cuenta tan pronto. Normalmente digo que vengáis al terminar la cuarentena, pero tu debes venir con mas razón, son células esparcidas, y puede que al aspirar alguna se quede. Así que ven en cuanto acabe la cuarentena para asegurarme de que todo esta bien.
Al notar que aquello había acabado, llore, de tristeza porque sabia muy bien lo que había hecho pero también sentí paz, una paz que me ha acompañado toda mi vida.
Cinco años después de aquel aborto, estando con otra pareja, se rompió un condón, no dude ni un solo segundo en tomar la píldora del día del después. Explicar porque no quiero reproducirme no tiene sentido, nadie lo entendería. Simplemente no quiero y creo que tengo todo el derecho a no querer. A creer que no he venido a este mundo a ser madre, y que si no lo soy o he interrumpido un embarazo eso no me hace menos mujer.
Todos somos seres libres para reproducirnos o no. Libertad reproductiva.
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